Ruta bohemia popular tradicional chorera
Por Carlos Flores Adriazola
Operador turístico
Circuito imperdible para quienes deseen conocer la magia que irradia el puerto de Talcahuano con su histórica fauna de pescadores, marinos, obreros y artistas, conocedores de bares, cantinas y boticas. Apropiado también para turistas adictos a picadas y restaurantes de sabores culinarios con sello chorero.
El recorrido empieza en el barrio puerto 2.0, desembarcando en el mirador de la típica poza frente a las bentotecas, llegando en biotrén a la estación puerto a un costado donde otrora estaba el Bar El Candado, al lado del terminal de buses o bajando del microbús en el terminal pesquero. Bordearemos las ruinas del mercado destruido por el tsunami, donde encontramos la distribuidora de licores Lo Garay – una manera de equipar el recorrido - ubicada en Valdivia esquina Colón, para luego tomar impulso en el Bar Náutico cuya dirección es Blanco Encalada #120. Siguiendo a la esquina de Blanco con Maipú donde estaba el Bar La Felicidad, otra víctima del 27/F, y luego cruzamos la calle hacia Avenida Colón.
Sociedad de empleados de Bahía “El Hoyo”: Este es un baluarte del puerto. Acá podemos encontrar distintas clases de vinos y tragos: El miti-miti, el borgoña, el ponche de picoroco - su especialidad –, que no es muy dulce y es bastante “cabezón”, lo que da credibilidad a la disputa acerca de quien partió con esta fórmula de vaina de mariscos. En ella están “La Aguada”, “El Barquito” y “El Queño”. En el segundo piso hay un amplio salón de restaurant con la cocina tradicional chilena, donde destacan platos con productos del mar como mariscales fríos y calientes, pasteles de jaibas, las empanadas de marisco y las de horno, interiores, cazuelas, conejo escabechado, etc. Fue inundado y destruido por el tsunami del 27/F y tiene un cartel ubicado a dos metros de altura de un marcado humor negro que reza: “Hasta aquí llego el tsunami que me tapó el hoyo”. Dirección: Av. Cristóbal Colon #120.
El autor de esta columna en el mítico local "El Hoyo" (Archivo: Carlos Flores A).
Casino Social Wenceslao Vargas Rojas: Este club social impresiona desde la llegada por su estilosa escalera y su arquitectura típica de las casonas construidas en nuestros puertos entre la segunda mitad del siglo XIX y principios del siglo XX, de ahí ese parecido a Valparaíso en algunos lugares del puerto chorero y viceversa con ciertos sectores de Valpo. La parte superior se divide en varios espacios: Uno para socios, otro para fumadores y otro para los no adictos a la nicotina. El restaurante cuenta con ricas preparaciones de mariscos y pescados, cazuelas de pollo y vacuno, las típicas y cotizadas chorrillanas, y una amplia gama de tragos, vinos y cervezas. Es un local especial para ir con los amigos y compañeros de trabajo, al estilo del Martínez de Rosas penquista. Dirección: San Martin #157
Restaurant La Aguada: Más de medio siglo de sabor y tradición en el puerto. Encanta por su olor a comida casera, olor a mar, vista a la costanera y a la bahía desde su terraza. Famoso por sus calugas de congrio o chorrillana de pescado, sus pescados y mariscos, sobre todo su sabroso y contundente plato americano, con la marca nacional de su apetecido ponche de picoroco. Sus ricas y cotizadas empanadas de chapes, sus chupes de locos, y los clásicos bistec a lo pobre, especial para paladares exigentes. Un local hecho a pulso por Don Juan Cruces (Q.E.P.D.) quien hace unos días partió con sus ancestros, hoy vuela más alto que las gaviotas y pelícanos de su amado puerto. A su familia y su hijo que continúa su legado, va con cariño esta ruta bohemia. Dirección: Av. Colon #912.
Delicatessen de mariscos en "La Aguada" (Archivo: Carlos Flores A).
Restaurant Angamos: Su diseño simula un castillo, fiel a la arquitectura original, puesto que fue reconstruido tras ser dañado durante el 27/F. En él converge una magia que invita a ir con la pareja o en familia. Está dividido en tres partes; uno para hacer la previa y disfrutar distintos licores viendo un buen partido, otro para comedores y un segundo piso del restaurant con vista a la bahía con una bella lámpara colgante. Destacan dentro de su gastronomía el pastel de jaiba, el mariscal caliente, distintos tipos de pescados como el salmón, el congrio y platos en base a mariscos como chupe de locos, camarones, machas al pilpil, etc. Tiene buena carta de vinos y licores, especial para marineros. Dirección: Av. Colon #1062.
Restaurant Pao Pei: Es un reducto de futboleros, museo fotográfico de copas de Naval y de deportes náuticos. Especial para pasar antes o después de ir al estadio El Morro o ir a ver un partido al local con los amigos. Su especialidad son las parrilladas, así como sus chorrillanas y pichangas con buenísimos completos. Dentro de sus tragos destacan el poderoso y abundante terremoto. Dirección: Av. Colon #1263.
Skarlett Restobar: Este local a mi juicio, sigue siendo más bar que restaurant. Se distingue por la belleza y la visión femenina de su dueña y meseras. Destacan en su decoración las estrellas clásicas de Hollywood y del rock mundial. Se agradece su wurlitzer y su buen bar para beber licores y cervezas acompañadas de contundentes salchipapas, chorrillanas, y completos. Dirección: Av. Colon #1446.
El sandwich de pescado frito, un imperdible de las picadas de San Vicente (Archivo: Carlos Flores A).
Si vamos a San Vicente por un sandwish de pescado en las picás junto al puerto y con sed debemos visitar:
Botica el Queño: Clásica botillería para la previa o el remate de algún partido o para comentar la visita a alguna casa de tolerancia (de las de la vieja escuela que aún sobreviven en el puerto) Destacan sus promos de licores con bebida y sus vinos, sobre todo su mosto de misa. Lugar especial para viejos piratas de los siete mares, portuarios, obreros y navalinos. Dirección: calle Caupolicán con O’Higgins.
Botica Casa de Piedra: Si hay un lugar folclórico dentro del puerto es este lugar. Bajando del biotrén en la estación Higueras, se encuentra ubicado a mano derecha. Es invisible por fuera, adentro tiene la fisonomía y ornamentación de una fonda permanente. Sin dudas es un local de culto este fiel reducto de hinchas de Huachipato. Calma la sed a precio insuperable con su producto maestro, el vino de Cerro Negro, extraído de la madre tierra desde las viñas de su propio dueño, quien atiende el bar y que de vez en cuando ofrece degustaciones cárneas a su feligresía. Dirección: calle Germán Riesco (interior) entre Carrera Pinto y Zenteno.
Botica Patitas Blancas: Esta es una botillería ubicada en el centro del sector Corvi en Higueras. Fundada por la sra. Rosita y su esposo (los dos Q.E.P.D.), hoy es atendida por Don Pepe y posee una amplia gama de vinos y licores como el clásico chuflay (aguardiente con Bilz), cervezas y el vino de casa. Siempre hay un rico charqui para acompañar viendo un partido de Huachipato. Dirección: calle Almirante Navarrete entre Coveña y Súnico.
La Botica Jorge con todo su arsenal etílico (Archivo: Carlos Flores A).
Botica Jorge: Esta botillería destaca por sus buenos precios, por el carisma de Don Jorge (su dueño) y por la venta del vino de Cerro Negro proveniente de Casa de Piedra con el que se hacen varios aleados propios del local, como el Tin-Tonic. Se aprecian mucho los buenos huevos duros, las aceitunas y galletas para los bajoneados, donde pueden arreglar el ánimo en medio de la camaradería acerera del bar. Ubicado en calle Iquique esquina Elqui.