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viernes, 29 de marzo de 2024 01:40h.

Para el artista local Salvador Gidi, la música se vive y no se profita a partir de ella

El viaje mágico y misterioso al compás del alquimista

Salvita

Su regreso a Concepción, podría considerarse como el retorno de un hijo pródigo, que, tras acumular un enorme compendio de historias, anécdotas y experiencias resultado de sus viajes y distintas residencias tanto en Chile como en el extranjero, vuelve a retomar la senda de la tierra que lo vio nacer. Una suerte de reseteo a partir de la vuelta al punto de origen;  una manera de tributar, reaprender y agradecer a ese conjunto de aromas, paisajes, personajes y texturas que otrora constituyeron la fuente de inspiración a su temprano genio creador

Uno de tantos músicos que comenzaron a forjar su trayectoria artística durante los dorados años 80 en Concepción. Hábil guitarrista, encarnó al frontman dotado de especiales dosis de fortaleza, osadía y temperamento, que le sirvieron a la hora de enfrentar a un público de transición, que acostumbrado a los sones de la entonces Vieja Canción Chilena, el Canto Nuevo, el Jazz y la Fusión Progresiva, se tornaba adverso a los vientos de cambio traídos por el pop ochentero. Entre sus variados proyectos musicales podemos citar a Ex-Céntricos, Radio RomaMagia Negra y Walkiria, entre otros. Músico inquieto y ecléctico, su actual propuesta solista se orienta a la búsqueda de un sonido más personal y maduro, resultado de toda la experiencia recogida en décadas de carrera artística. Su disco debut, titulado "Salvita", es una selección de ocho canciones que representan 20 años de labor como compositor. Una síntesis donde encontramos lo mejor del rock, el funk, el soul, el blues y el groove, estilos que lo han acompañado siempre como parte de su banda sonora de cabecera. En distendida conversación con nuestro medio, nos comparte sus impresiones en torno a su actual momento artístico.

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Salvador ¿Qué ha sido de ti durante estos últimos años?

Soy un artista que desde los 10 años ha estado en contacto con la música. A mis 46 años, estoy editando el primer disco de mi carrera después de un trabajo muy arduo, donde se generó mucho ruido debajo del puente a través del tiempo. Ha sido un camino muy vertiginoso donde logré por fin, lanzar al mercado el primer disco de mi vida llamado "Salvita", que es mi nombre artístico además. Este disco homónimo contiene 8 canciones de mi etapa anterior, que constituye una especie de bitácora donde los oyentes podrán recibir una información importante sobre lo que se hizo el año 2014 con "Púrpura", un proyecto que tuve en Santiago, en donde editamos música rocksoul, que es básicamente la música que hacemos y es como la defino. Es un estilo bien particular en el que invocamos muchos sub estilos de lo mismo: del soul por ejemplo, el funky, el funky-soul, el funk, el rhytm & blues por el lado del rock, el rockabilly también. En general hay mucho de todo. Como penquistas nos criamos escuchando el mismo tipo de música, tenemos la misma escuela casi todos, aquellos que pertenecen a la década del '70, los '80 o los '90, hemos estado recogiendo las mismas influencias musicales, excepto algunos que se fueron más por el lado "british". Yo siempre he sido más glam, pero del glam clásico, del rock de los '70, psicodelia, del soul, y de la música disco, que fue lo último en lo que incursioné antes de lanzar este trabajo, pues participé en un proyecto con ese estilo llamado "La Good Vaina" el que nunca se concretó. Pero ahora me siento muy feliz de poder entregar este trabajo, después de una gran preparación.

¿Cómo se llama tu actual banda y cuáles son sus proyecciones?

El proyecto se llama "Salvita" y básicamente soy yo como artista, que trabajo con diferentes músicos en Concepción y Santiago y que son fundamentalmente las dos ciudades en las que estoy desarrollando mi labor mediante presentaciones en vivo. Creo que a fines de septiembre voy a estar con todo haciendo el lanzamiento oficial y probablemente lo haga pronto en un local con el que ya estoy en conversaciones. Esencialmente el proyecto consiste en eso, en trabajar con distintos bateristas y distintos bajistas de aquí y de Santiago. Son todos músicos muy buenos. Dentro de ellos te puedo nombrar a José Troncoso, un contrabajista muy conocido acá en Concepción y que ha tocado con muchos artistas, Helmuth Vollrath, bajista local radicado en Santiago, con quien toqué en Matapasiones años atrás, otro bajista llamado Fabián Morales y Julio Vilches en batería, ambos componen el núcleo de Púrpura, otro de mis proyectos musicales. Además con Helmuth tenemos otro proyecto de música rockabilly en carpeta.

Háblanos de este tu nuevo disco próximo a ser lanzado, háblanos de las canciones, de lo que tratan las letras, la variedad de estilos que podemos encontrar ahí...

Las canciones son una selección de temas que vengo componiendo desde 1996 hasta el 2014. Hay una, la número cinco, que se hizo el año 96 y que lleva el título del CD - "Mi Concepción" - , que es una canción que se grabó con Fernando Julio en el bajo - quien se convertiría posteriormente en el bajista de Javiera Parra e Inti Illimani - y con Esteban Espinoza, un gran baterista chileno, muy conocido por sus trabajos en Matorral, Fruto Prohibido y en unos cuantos proyectos más. Luego hay canciones de etapas posteriores. Por ejemplo, una canción en portugués-español titulada "Si Bosé Quisé", un tema muy chispeante, muy alegre, muy lleno de vida, que evoca al bossa nova, la samba y la batucada; toda esa onda muy brasileña. Hay canciones mucho más recientes, del 2014, especialmente aquellas que forman parte del trabajo hecho con Púrpura en Santiago, que se enfocó fundamentalmente a grabaciones en estudio. De esta etapa hay cuatro canciones que son muy bellas. Todo esto compone el material de este disco al que defino como un paseo emocional. Más que seguir una línea de tiempo, ordené los temas de forma emocional, de tal manera que al terminar de escuchar el álbum, quedes con una sensación de continuidad. Hay temas con mensajes de amor, otros que abordan cuestiones sociales, canciones un poco tristes, otras románticas, hay para todos los gustos. Son canciones que a pesar de que representan un período tan largo de tiempo, son atemporales, las puedes haber escuchado en 1996 y volverlas a oír ahora, y suenan absolutamente vigentes. No pasan de moda. Es un trabajo para la gente y constituye mi legado. Es un disco maravilloso y muy bien logrado.

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¿Estaríamos hablando de un disco conceptual entonces? ¿Hay alguna canción más especial que quisieras destacar?

Absolutamente conceptual. Si tuviese que destacar una canción, creo que sería "Mi Concepción", una canción maravillosa, muy poética y que habla de nuestra ciudad, usando la metáfora del amor que parte hacia otro lugar mientras la lluvia cae, en medio de un ambiente teñido de tristeza ante la ausencia de esta persona que se va. Se trata de una letra emocionalmente muy fuerte. La música también posee una base que es muy rockera.

Una suerte de metáfora de tu propia vida...

Es una balada rock que describe una historia de vida. Es la parte más rockera de mi existencia, cuando recogí muchas experiencias de la calle, cuando me impregné con esas historias que te marcan día a día. Luego, de vuelta en mi casa, esas vivencias las convertía en canción. Es un tema que tiene el aroma de nuestra ciudad, pues la compuse aquí, como sucede con la mayoría de las otras canciones del disco. A pesar de haber vivido mucho tiempo en Santiago, siempre estuve viniendo a Concepción. Ahora, desde el 2014 me afinqué de nuevo en mi ciudad, con el objeto de consolidar mi carrera artística, pero desde la base de la tierra que me vio nacer.

¿Con qué influencias y con qué estilos musicales nos vamos a encontrar? ¿Qué bandas y qué artistas son los que te han inspirado?

En lo relativo al funk, hay mucho de Parliament, de Jamiroquai, de Funkadelic, toda esa música me encanta. Hay mucho de Earth, Wind and Fire, música de los 80 también. Básicamente hay un poco de reggae, de rock, de funk y de soul. En los 80 estuvimos muy influenciados por los argentinos y su maravillosa música. Por lo tanto, hay algo de los clásicos: Charly  García, Pedro Aznar, el "flaco" Spinetta, Federico Moura, Sumo, todos ellos son verdaderos monstruos e hicieron escuela en el contexto de la música latinoamericana. Me siento muy orgulloso de haber sido inspirado por sus respectivos trabajos. Por otro lado, están las influencias británicas y norteamericanas: The Cure, Jimmy Hendrix y el blues. También se nota en mis canciones la influencia del pop; por lo tanto, mis canciones representan una mixtura bastante interesante y ecléctica. Este lenguaje propio va directamente relacionado con las experiencias de vida que he tenido y las cosas fuertes que me han pasado a lo largo de los años. He desarrollado un estilo muy personal para cantar y para tocar la guitarra. Todo ha sido maravilloso y aquí estoy para compartir este trabajo con todos ustedes, porque creo que ahora es el momento.

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¿Y que te trajo de vuelta a tu ciudad de origen Concepción, después de estar en Santiago e incluso una estadía en México?

El punto de origen parte en Concepción y desemboca en el mundo, porque yo me fui el año 1995 de esta ciudad. Luego, estuve viviendo en Temuco 5 años, en Santiago 14 años y un año en México, el 2011. En general estoy contento con lo que se ha logrado. Ahora estoy "en otra" como quien dice. Estoy mucho más evolucionado en todo lo que voy a mostrar. Esto va a ser un anticipo de lo que se viene, porque lo próximo será mucho más potente. Lo de ahora es un disco íntimo con guitarra acústica. También quiero editar un disco con mi actual banda con la que toco en Santiago, ya que trabajo tanto en Santiago como en Concepción con distintas bandas que apoyan este proyecto que es "Salvita". Sabes lo difícil que es encontrar gente que toque, que hayan músicos disponibles en todas partes, los traslados de equipos, etcétera. Por eso yo cuento con dos bandas de apoyo en Santiago y en Concepción respectivamente, pues para que esto salga adelante hay que tener siempre un plan de contingencia.

¿En qué plataformas y en qué formatos vas a distribuir, difundir y poner a la venta el disco?

Lo voy a distribuir a través de un amigo que me ofreció su local para que yo pueda vender mi disco - hay unos cuantos amigos más ofreciéndome ayuda similar - . Es un disco homónimo con 8 temas en formato CD y es la forma que tengo de agradecer a toda la gente que con mucho cariño se ha acercado a pedirme que difunda este trabajo.

En tu opinión ¿Cómo evaluarías la actual escena musical en nuestro país?

A nivel nacional no poseo mucha información, pero podría hablar de lo que he visto que está sucediendo aquí en Concepción. Creo que hay más de quinientas bandas activas tocando en la ciudad. Imagínate con esa estadística y con el hecho de que hay nuevos locales que se están abriendo, hay cada vez más vida nocturna en Concepción. Es una situación muy notable lo que está sucediendo y creo que hay una explosión de bandas muy buenas. Ahora no cualquiera toca, los que lo hacen, son buenos ejecutantes, muy prolijos y aplicados. He visto en pubs bandas de estilos muy diversos: Pegotes, Prenauta, escuché a los Mandrake - que ya no existen -, pues toqué en su momento con el bajista de esa agrupación. Están los Ropa Tendida, que los menciono cada vez que me han entrevistado. En general son bandas muy buenas, con gente que está tratando de hacer cosas muy interesantes. Charlie Flowers también, a quien le daría un premio a la constancia ¡Él es un tipazo! En general la música en Chile ha avanzando hacia un estancamiento donde la gente no ha tomado la posición que le corresponde, los músicos no se han tomado el lugar que les pertenece. No se ha logrado consolidar el rock nacional, porque para hacerlo el artista debe irse de Chile, que fue lo que sucedió con Los Tres, con La Ley y con Los Prisioneros cuando comenzaron a internacionalizar sus carreras. No lograron abrir puertas para los que venían más atrás, ni hicieron escuela, sólo se encargaron de reventar el mercado y ganar mucha plata. Tuvieron su oportunidad y supieron aprovecharla. Yo tengo otro punto de vista, otra forma de asumir el trabajo musical. Creo que hay que vivir para la música, no vivir de la música. Hay que servir de apoyo a las nuevas generaciones que vienen y enseñarles que no hay que tener miedo y que deben tomar la posición que les corresponde. Hacer cosas originales, tocar en todos lados, donde sea posible. Ya hubo algunos que lo hicieron y si nadie lo hubiese hecho todavía, siempre habrá una primera vez. Es la única manera de salir adelante en Chile, donde no hay puertas que se abran fácilmente a los nuevos artistas y, para colmo, la actitud de los músicos donde prima el chaqueteo.

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¿Cuál es tu opinión respecto al actual panorama de la industria discográfica de nuestro país? ¿Qué opinas sobre la ley del 20% de música chilena difundida en radios? Desde tu punto de vista ¿Qué se está haciendo bien? ¿Qué se está haciendo mal? ¿Qué falta por hacer?

El análisis político del tema es bastante claro. Creo que el 20% es lo mínimo que nos pueden dar a los músicos chilenos para disponer de una plataforma que sea realmente conveniente y que nosotros podamos retribuirnos con las platas que se logran a través de la SCD. Estamos en un mercado distinto que cambió mucho en los últimos años. El mundo de la discografía murió. Ya no existe el artista que gana dinero desde la tranquilidad de su casa por concepto de venta de discos, ahora el músico tiene que salir a tocar. El negocio se trasladó a las tocatas en vivo ¡Cambió todo! Por lo tanto, el 20% es lo mínimo que debiéramos recibir como un baluarte a nuestra lucha. Se han logrado bastantes cosas pese a enfrentarnos a poderosos holdings compuestos por personas con muchos intereses políticos creados. Hay mucha gente que ha intervenido de manera silenciosa y aprovecho de darles las gracias a través de este medio, porque luchamos juntos de manera anónima tras bambalinas. Los artistas necesitamos de estas instancias, necesitamos que el gobierno se preocupe por proteger nuestras obras de privados que vengan a quitarnos una parte de lo que somos o a profitar de aquello que constituye nuestro esfuerzo creativo. Los músicos tenemos todo el derecho a exigir que el gobierno nos pueda garantizar la protección de nuestra propiedad intelectual, pero la oligarquía siempre ha estado presente en todos los sistemas controlándolo todo. Y ahora, es probable que busquen aplicar un gravamen a la difusión de música nacional en las radios ¡No me extrañaría que eso sucediera!

Fuiste partícipe también del movimiento musical penquista en los 80 ¿Qué diferencias puedes establecer entre lo que era aquella época y lo que estamos viviendo hoy?

Creo que fue bonito lo que se vivió en los 80, porque había mucha competencia y había mucha onda. Estaban Los Tres, los 4 Amigos del Doctor, Los Ángeles Subterráneos y muchas otras bandas under tratando de hacer propuestas más plásticas. Se la jugaban por innovar a nivel estético. Estaba el Taller Pucalán por ejemplo, que hacía ene cosas súper interesantes a nivel de imagen. Los Emociones Clandestinas también trabajaban bastante la imagen y para todos los que veníamos después, los que éramos más cabros chicos, representaba algo muy novedoso. Además estaban los Holocausto que eran un poco más veteranos. Yo me formé en ese ambiente, viendo a todos esos monstruos del pop y del rock penquista. Haciendo un paralelo entre lo que era el Concepción de los 80 y lo que ocurre hoy, diría que nuestra ciudad ha ganado a lo largo de los años un reconocimiento a todas esas grandes bandas como Emociones Clandestinas. Ya no se tiene la misma percepción respecto a este grupo como la que se tuvo en los 90 o en los primeros años del nuevo milenio. Hoy se la considera una banda consolidada. Siguen siendo artistas regionales y aunque tocan eventualmente en Santiago, mantienen ese sello ineludiblemente penquista. Por lo tanto, se logró un reconocimiento a estos grandes artistas. Están también Álvaro Henríquez y mi gran amigo Francisco "el Pollo" Muñoz de los Machuca; en fin, muchos otros que se me quedan en el tintero.

¿Qué espacio le asignas a la espiritualidad en tu música Salvador?

El 100%. Creo que somos espíritu y la materia es sólo un vehículo, es una construcción celular, es la manifestación externa del ser. Básicamente creo que la música y cada canción que he compuesto es como un hijo mío, cada canción tiene una forma distinta, cada hijo también tiene rasgos propios que lo identifican del resto de sus hermanos, pues posee ciertas virtudes y ciertos defectos. Me siento muy feliz de tener el don de poder construir una canción, la que a veces puede brotar natural así de un viaje y otras veces puede salir componiéndola de a poco, por partes; primero la letra, luego la música y para terminar, la voz.

Tienes la tribuna de nuestro diario para enviar un mensaje a nuestros lectores o algo que quieras decir al cierre de esta entrevista...

Me gustaría decirles que estoy muy feliz de haber vuelto a Concepción, aunque no estoy muy contento con haber encontrado a mi Concepción bastante cambiado, en el sentido de que las juventudes están muy temerosas de que se les cierren los espacios sólo por expresar su forma de pensar. Creo que todos los músicos debemos ser unidos, porque es difícil hacer música en Chile. La música es un don maravilloso que tiene la virtud de cambiar generaciones, sociedades y pensamientos. Hay que proteger a los músicos, los padres que tienen hijos músicos deben apoyarlos, deben creer en ellos para que luego se transformen en grandes artistas. El mundo necesita de los músicos. La música es lo único gratis que va quedando, pues la gente paga sólo para ir a un concierto, pero las descargas son gratis. Tú escuchas una canción y eso es gratis, a diferencia de la luz, el agua, el gas, el teléfono, en fin, la vida. La música cambia y hay que cuidarla. La energía transmuta y la música es mágica. Hay magia en la música, hay magia en el amor y las canciones que yo hago como músico hablan de amor y creo que al mundo le hace falta mucho amor. Me siento muy honrado y muy agradecido de Dios y muy agradecido de la espiritualidad, del regalo de la vida, agradecido de mis padres, de mis amigos y de la gente que me quiere y que me ha ayudado a ser mejor de una u otra forma. Sin discriminar a nadie, creo que todo ha sido enseñanza para crecer y ser mejor persona y agradezco lo bueno y lo malo en todo. Creo que ahora voy por un camino al igual que un cohete hacia la Luna y no me va a parar nadie, ya que nada puede hacerlo, porque es necesario que tome mi lugar, pues hay mucha gente que está esperando este momento. Lo voy a hacer por amor a la música y por demostrarle a la gente que sí se puede tocar las estrellas y dejar de pensar que todo es dinero, posesiones y conveniencias. Ser músico es maravilloso, porque significa haber sido capaz de atravesar múltiples barreras, obstáculos y dificultades en pos de un sueño. DCC

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